En el marketing de productos, el envase o embalaje, es la cara amable que puede determinar su elección. El envase también es determinante en la experiencia de consumo: si lo hace cómodo y fácil repetiremos, si no, lo desechamos.
Para mí, la parte más divertida del marketing es todo aquello que tiene que ver con la relación directa con el cliente.
Pero una parte fundamental es la presentación del producto: el embalaje.
El embalaje es lo que comunmente decimos: “entrar por los ojos”.
Casi todos los productos físicos tienen el suyo, es su tarjeta de presentación.
Los colores, las formas pueden ser un buen reclamo en un escaparate o en el lineal de una gran superficie. Pensemos, por ejemplo, en juguetes.
No trataremos cuáles son los mejores métodos sino analizaremos las consecuencias de ejemplos concretos.
En el último lustro de crisis, una via de mejorar el PxQ era vía costes, vuelta a los básicos (Dodot Basic) y la marca blanca (la famosa marca de la distribución).
La presentación, ha sido, en buena manera el damnificado de esta optimización de los procesos productivos.
Un buen ejemplo lo vemos en la presentación de la “Caña de Cacao” o crema de Hacendado:
Ya en un reportaje de “Comando actualidad” del 17 de noviembre de 2011 (minuto 5:27), el responsable del Grupo Siro, hablaba del mejor producto al menor precio posible, apostillando que ahorraban en el envoltorio del producto transparente con manchas de color mínimas en 2 tintas (blanco y rojo).
Del mismo modo, el embalaje es absolutamente crucial en la administración de productos tan cruciales como las medicinas.
Con la proliferación de “los genéricos” , el “packing” ha sido el optimizado en el proceso de minoración de costes: dosis y colores.
Tamaños y colores similares para productos muy distintos.
Esto está provocando problemas más que evidentes en el consumo: Estados Unidos lo lleva estudiando desde 1975. El pasado 26 de octubre “El Mundo” se hacía eco de esta problemática en su artículo: “Paracetaerror o Ibuprofallo” sobre la prescripcion de medicamentos inapropiados o de dosis elevadas, por falta de adherencia o por automedicación inapropiada.
Siguiendo con cómo el embalaje puede afectar a la decisión de consumo: los envases de jamón serrano en lonchas.
Este producto ofrece múltiples ventajas, como la portabilidad, facilidad y limpieza. Estos envases han sido objeto de muchas de las innovaciones de la industria, como el famoso “solapín” de las latas de conservas de atún de Hacendado, que sustituyen a los abre fácil de metal.
Una incorrecta orientación del abre fácil, puede hacer el consumo incómodo y determinar si vuelve a haber repetición en el consumo. El siguiente envase de jamón se abre en la dirección de la flecha
Al abrir el envase, te das cuenta de la incomodidad de coger la loncha. El error es evidente, el bloque de lonchas cortadas tendrían que estar al revés de lo que aparece en la foto.
Otro ejemplo donde el envase juega una labor fundamental, es el siguiente: una degustación de nuevos sabores de cápsulas de café.
Un buen día recibo el siguiente paquete:
Los colores, las imágenes son muy sugerentes, aunque la mayor magia es hacer apetecible una simple cápsula de café.
Es muy llamativo el color y sobre todo el aire con el que llenan el sobre que contiene la cápsula. Lo hace apetecible y te invita a abrirlo para recibir una “bofetada” de aroma a café.
En definitiva, todos estos aspectos del embalaje, deben ir encaminados a que el momento del consume, sea una experiencia agradable para el cliente (customer experience) que le haga repetir y recomendar.
Una revisión muy completa de un tema que es muy habitual. El empaquetado, como dices es el primer paso de una buena experiencia
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Hola Raúl,
El caso del sobre de jamón es más habitual de lo que pensamos.
Es el fruto de hacer las cosas corriendo. Terminamos una tarea y nos lanzamos a la siguiente sin revisar (gestión de calidad) lo que hemos hecho.
Gracias por el artículo.
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Tal cual Francisco, como la vida misma!!
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Completamente identificado !!
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Hola, buena entrada del blog. Estoy a favor de la eliminación de tanto empaquetado, se puede hacer algo atractivo sin tener que introducir tanto embalaje (Ejemplo yogures). Debe haber una unión entre los departamentos, porque se ve claro que un departamento decide que paquete utilizar pero no hay conexión con el departamento que introduce el producto, indicandole que es importante la colocación.
Respecto a la entrada, un gran documento dando a entender que en una empresa todo el mundo cuenta y que si no hay conexión con todas las áreas la cosa no funciona. Eres grande, sigues aportando grandes ideas de una forma clara y sencilla. Echamos de menos más entradas.
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